Tras la primera jornada, compitieron las selecciones de fútbol, básquet y hockey, entre otras. La suerte fue dispar y los resultados fueron victoria, derrota y empate, respectivamente. El combinado de fútbol accedió a los cuartos de final, aunque los tres equipos deben mejorar si quieran aspirar a la medalla de oro.
Los tres equipos más competitivos que presenta Argentina en estos Juegos se presentaron en el segundo día. Esto fue, los debuts de Básquet (masculino) y Hockey (femenino) y el segundo partido que disputó el seleccionado de fútbol (masculino). En líneas generales, los resultados no fueron los esperados: Los dirigidos por Sergio Hernández fueron derrotados por Lituania 75-79; “Las Leonas” igualaron con Estados Unidos 2-2; y el equipo de Sergio Batista venció a su par Australiano por 1-0.
El equipo encabezado por Emanuel Ginóbili, evidentemente, no tuvo su mejor partido y en la mayor parte del encuentro se vio abajo en el tanteador. Los lituanos construyeron la victoria a partir de un juego dinámico y mostraron muchas variantes frente al aro argentino. Esto se vio reflejado a
Las Leonas enfrentaban a un rival que según las propias argentinas, no era tan accesible como indicaba la previa. Sin embargo, las dirigidas por Gabriel Minadeo se pusieron 2-0 casi gratis, luego de dos tantos de Carla Rebecchi y sin llegar a desarrollar un gran juego. A partir de ahí, las sudamericanas se “quedaron” y le cedieron el dominio de la bocha a las rivales. Estados Unidos comenzó a presionar y así llegó al descuento tras un corner corto, a través de Smith. En el segundo tiempo, las Leonas intentaron estirar la ventaja, pero sus propios errores en ataque no se lo permitieron. La falta de efectividadles costaría muy caro. A poco del final, un fierrazo de Loy decretó el empate y las argentinas no encontraron respuestas anímicas para ganar. Sabor a derrota.
El seleccionado de fútbol tuvo que trabajar mucho más de lo esperado para doblegar al equipo australiano. Como era de suponerse, los oceánicos se preocuparon más por defenderse que por atacar. Apostando a cortar el circuito de juego argentino y acumulando gente cerca de su propia área, lograron cumplir su cometido de mantener el arco en cero, al menos en el primer tiempo. Siempre atacando por el medio, el equipo nacional no logró quebrar la resistencia australiana, aunque creó varias situaciones. En el segundo período, Argentina abrió la cancha y sus ataques ganaron en profundidad. Los minutos pasaban y sus rivales estaban cada vez más “colgados del travesaño”. Para ellos, era cuestión de aguantar y rezar. El tan ansiado gol llegó a los
No hay comentarios:
Publicar un comentario